El Antiguo Hospicio de Santo Tomás de Villanueva funcionó como hospedería durante los siglos XVII y XVIII, hasta llegar la Independencia.
Durante el siglo XIX y principios del XX el edificio sufrió diversas modificaciones debido a los distintos usos que se le dieron, habitacional, pequeños comercios
y talleres entre otros.
En 1941 el inmueble fue declarado monumento histórico y en 1943 se convirtió en el Hotel de Cortés, un referente en el Centro Histórico.
En el año 2018, la Fundación Kaluz, decide rescatar el inmueble y restaurarlo completamente para convertirlo en lo que es ahora el Museo Kaluz.